La historia de Nobuyo Yagui, Japonesa que canta en mexicano

Nobuyo Yagui es una cantante de origen japonés que interpreta canciones latinoamericanas. Hasta ahora tiene grabados tres discos, uno de ellos con el cantante Ángel Parra. En "Se vive así", encontramos composiciones de la misma Nobuyo, de Silvio Rodríguez, de los mexicanos David Haro, 0scar Chávez y Marcial Alejandro, del argentino León Gieco, de Ofilio Picón y Ramiro Gutiérrez.

Mientras paseaba por las calles de Kioto, Japón, en busca de obsequios para su familia, el ingeniero yucateco Luis Manuel Urbina González, un amante de la trova, se sorprendió al escuchar en español con agradable acento oriental la canción Lo cierto somos nosotros, del compositor Marcial Alejandro. Intrigado, preguntó el nombre de la intérprete. --Nobuyo Yagui --respondió orgulloso el empleado de la tienda de discos--: es japonesa y muy guapa.

Guitarrista y compositora, egresada de la Universidad de Kyoto; estudió etnología, economía, literatura e historia, y se ha desempeñado en las lides del periodismo. Ha publicado los libros El canto prohibido, Así como soy, Reportaje de Pandora, De Latinoamérica, un reporte con la música, y ¿Quién mató a Víctor Jara?

En la música se inició en el grupo Sol Naciente; como solista se ha presentado en Cuba, Nicaragua, Argentina y México. Compartió escenarios con el chileno Angel Parra, en 1990, en una gira por 20 ciudades de Japón, la cual repitió en 1992, pero con León Gieco.

Su discografía inició con Profundo (1990), Se vive así, para Pentagrama (1992), y Havatampa, con el conjunto homónimo japonés de jazz latino. En su cuarta producción, Esta mujer, se hallan composiciones de Marcial Alejandro, David Haro, Gustavo López y Rafael Mendoza. ¿Qué hace una japonesa en México cantando rolas latinoamericanas?

Corrían los setenta y en su grupo Sol Naciente repetía temas de discos de folclor latinoamericano. Obtuvo en 1983 una beca del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología para estudiar español. "Llegué como mera alumna y estudié literatura e historia de México. Su idioma a nosotros los japoneses se nos hace difícil porque la gramática es absolutamente diferente''.

Dice que lo que más se conoce en Japón son los mariachis y a Los Panchos, de la década de los cuarenta. "No había nadie que difundiera la música de México y me di a esa tarea. Fui a Cuba y no se sabía tampoco nada de la isla en Japón. Nada de la Nueva Trova.

"En Japón hay mucha invasión cultural estadunidense, acentuada desde el fin de la guerra. Yo intento que la comprendan. Allá no bebía ni una copa de sake, pero aquí Marcial Alejandro me enseñó lo que es una campechana; Silvio Rodríguez el ron; otros whisky o vodka. Me enseñaron otras cosas, claro. Como músicos son diferentes. Estuve en Nicaragua en los 80, cuando aún había guerra. Luego fui a Honduras".

Es de ideas radicales y profundas, pero no esquemática o dogmática. "No pertenezco a ningún partido político; tengo conciencia por lo que viví en Latinoamérica".

En su próximo disco ofrecerá algunos temas políticos, pero no es una cantante política. "Sólo soy una cantante; me gusta cantar. Hay cantantes panfletarios que no tienen cualidades artísticas. Me gusta lo romántico, pero con contenido. Cada canción tiene su característica. Del nuevo disco destacaría Esta mujer, de Marcial Alejandro. Si estoy de vuelta es porque Marcial me lo pidió".

Kyoto, su ciudad natal, dijo, es considerada rebelde para el gobierno. "Era la capital, pero luego se designó a Tokio. Hay molestia porque antes fuimos la capital. Yo soy de una familia tradicional; uso kimono, el cual me lo puedo poner yo sola. Debo decir que en Japón el machismo es fuerte, más que entre ustedes. Eso ha cambiado un poco, pero no es tan fácil. En algunos ensayos hablo del feminismo. Defiendo a las mujeres que trabajan, porque tienen muchos obstáculos, por prejuicios. Hay gente que me considera agresiva, por mis posturas".